Cada niño tiene su propio ritmo evolutivo, unos caminan
antes, otros hablan después, algunos llevan más tiempo el pañal…pero siempre
dentro de unos parámetros y cumpliendo unos hitos evolutivos en el desarrollo. En caso de no
ser así es importante acudir al pediatra.
A modo de prevención siempre que exista sospecha de que algo
no evoluciona de forma correcta es importante acudir al logopeda o especialista
en audición y lenguaje aunque sólo sea de forma preventiva, es mejor contar con
la opinión de un experto que dejarlo pasar.
Siempre que existan un diagnóstico previo, cualquier
síndrome, sobre todo los que cursan con discapacidad intelectual, Trastorno del
Espectro Autista (TEA), discapacidad motora o sensorial y por supuesto
discapacidad auditiva también es conveniente que se reciba una atención
temprana para orientar a los padres y comenzar a trabajar sobre las
dificultades que van apareciendo lo antes posible.
Pero en muchas ocasiones los pequeños no nacen con un
diagnóstico o las dificultades que aparecen no son de este tipo, es por
ello que vamos a hacer un repaso sobre las posibles alteraciones que podemos
encontrar y que necesitan de la visita a un especialista de audición y lenguaje.
Hay pequeñas dificultades que tratadas a tiempo desaparecen sin problema sin
embargo si esperamos demasiado puede traer repercusiones varias. Es muy amplio
el abanico de dificultades que requieren el apoyo de un especialista de la comunicación y el lenguaje.
- Por ejemplo, si a los seis meses, nuestro peque, no emite sonidos ni balbucea, a los 12 no oye sonidos ni reconoce su nombre, a los 15 no imita palabras simples o a los 24 no dice palabras… pueden ser síntomas de sordera. No esperemos a los 24 para acudir al médico, hagámoslo cuanto antes.
- Se debe acudir al especialista o al pediatra si antes de los 12 meses el niño no balbucea o no hace gestos como decir adiós con la mano. Si a los 18 meses no dice palabras sencillas, no señala con el dedo para compartir intereses o a los 24 meses no dice frases espontáneas de dos palabras. Por supuesto también si existe una perdida en las habilidades del lenguaje ya adquirido o a nivel social.
En relación al lenguaje oral debemos visitar al especialista
en audición y lenguaje o logopeda:
- Si en torno a los tres años al niño no se le entiende bien o no presenta fluidez, si sólo le entienden sus familiares.
- En torno a los cuatro o cinco años si se detectan síntomas de desajustes o retrasos en el lenguaje.
- Si notáis mal oclusión, sobre todo si ha usado chupete o biberón pasados los tres años. Si respira con la boca abierta o no sabe soplar.
- Si pasados los cuatro o cinco años: omite, distorsiona o cambia con frecuencia determinados fonemas. Si tiene un habla difícil de entender o habla infantilizada.
- Cuando su vocabulario es reducido. Abusa del uso de gestos en la comunicación sustituyendo el lenguaje oral por estos.
- Si emplea habla telegráfica. No usando artículos o pronombres.
- Cuando hay perdida de voz por completo o a nivel parcial.
- Y cuando se pierde la facultad del lenguaje una vez este ya esta adquirido ya sea por traumatismo o por cualquier proceso de perdida.
En cuanto a la disfemia, o tartamudez, hay un periodo, desde
los tres hasta los cinco años en que puede surgir de manera evolutiva y después
desaparece. En este caso no hay que acudir a ningún especialista. Lo mejor es
ignorarlo y tener paciencia. Si la disfemia persiste o es a mayor edad entonces
si sería conveniente tratarla.
En la etapa educativa de educación infantil los niños
comienzan a tener contacto con algunas letras pero es en la educación primaria
donde se hacen patentes dificultades como la discalculia, dislexias o
digrafías. También pueden surgir dificultades en la comprensión lectora. Todo
esto también conviene que sea tratado por un especialista.
Espero que os sea de ayuda.
Hasta dentro de unos días!!
Seyla
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