miércoles, 2 de octubre de 2013

¿Cómo hace la vaca?



Desde el nacimiento, normalmente,  buscamos la voz de nuestra mamá y a unos 30 centímetros somos capaces de dirigir la mirada. A los pocos meses ya la buscamos moviendo la cabeza y fijamos nuestra atención en ella. Esto es posible gracias al desarrollo de la audición. Por ello los papás que tienen hijos sordos saben pronto que algo está ocurriendo.

Hoy quiero compartir juegos y actividades que realizamos desde pequeños, que seguro que conocéis, que fomentan la discriminación y la atención auditiva. Con estos juegos podemos potenciar, además de la atención, la memoria auditiva y asociativa y ayudar a la discriminación e integración de los fonemas, que son los sonidos que componen nuestra lengua.


Por empezar desde el principio, que mejor estimulación que la voz humana. La de mamá la mejor pero la de papá y los más cercanos también. Aquí cuidado con sobre estimular o someter al pequeño a muchos ruidos. Hay papás que dicen: “yo prefiero que se acostumbre al ruido”, perfecto pero…no entiendo muy bien para qué. Un recién nacido necesita abrirse al mundo poco a poco, a su ritmo y con calma. Quién se abre al mundo con calma afrontará la vida con calma…

Podemos comenzar a jugar con sonajeros. A mí me gustan artesanales porque soy mucho de reutilizar pero también valen comprados. Por ejemplo un biberón relleno de abalorios, un botecito lleno de arroz, otro lleno de legumbres o unos simples cascabeles… crean diferentes sonidos. Hay sonajeros de madera, de plástico, palos de lluvia…. A partir del cuarto o quinto mes es interesante colocarlo fuera de la vista para que intente buscarlo con la mirada. Es conveniente cambiar la ubicación del escondite para estimular ambos oídos.

Qué mejor manera de estimular la audición que cantando. Debemos perder el miedo a cantar, yo soy pésima pero a Lluvia parece no importarle. Es tan importante cantar a los bebés que se merece un post para hablar solo de ello. Podemos asociar canciones a momentos, por ejemplo la del baño o la de dormir. Nosotros tuvimos muchas dificultades para dormir, sobre todo los primeros meses, y poníamos a Lluvia música clásica, El Canon de Pachelbel. Al comienzo solo la tranquilizaba, que no es poco, pero después era su puerta hacia el sueño. 

Cuando pasan los 12 meses de edad, en algunos antes, en otros después, que empiezan a decir palabras, podemos parar la canción y que nuestro peque la continúe, a su manera, con su adaptación particular. Normalmente lo primero que se fija es el sonido final de la palabra así que es posible que eso sea lo que aporte. Hay canciones muy fáciles con onomatopeyas que son ideales para esto. “Cuando los pollitos dice….”

Jugar con los sonidos de los animales además de divertido es buenísimo. Aquí le podéis poner cada uno de vuestra cosecha: podéis pintaros, hacerlo con peluches, marionetas, cuentos… O simplemente vais en el coche y decís: ¿cómo hace la vaca? O ¿Quién soy?, Miau. Ya dependiendo un poco de la edad.

Y para chicos y chicas más mayores, hacia los tres años, podemos comenzar a jugar con cadenas de sonidos, ya sean de onomatopeyas, ruidos ambientales o lo que se os ocurra. Por ejemplo miau, miau, muuu. Y que lo repita. Lo podemos hacer con silabas, palabras…

Una vez más recomiendo el famoso veo-veo. Además de ayudarnos a dotar de contenidos a las palabras potencia la integración auditiva de los sonidos, evitando dificultades de pronunciación.




PLANO DEL LENGUAJE: Fonético-fonológico.

ESTAMOS POTENCIANDO:
  • La memoria auditiva.
  • La atención auditiva.
  • La discriminación e integración sonora.



Espero que os haya gustado, nos vemos dentro de unos días.


Seyla

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