JUEGO: A
esconder
EDAD: a
partir de 6 meses
OBJETIVOS:
favorecer la comprensión de la permanencia del objeto.
En torno al sexto mes (esto puede variar según el desarrollo
individual de cada bebé) los bebés comienzan comprender el concepto de la
permanencia del objeto. Esto significa que cuando deja de ver un objeto éste no
deja de existir sino que sigue existiendo y manteniendo sus características
a pesar de no verlo. Aunque, según Piaget (1936)[1], el esquema de conservación del
objeto es aún imperfecto a estas edades juegos del tipo cucú-trás, donde un objeto desaparece y vuelve a aparecer, suponen el acercamiento a la comprensión de que cuando mamá o papá se van
no dejan de existir sino que están en otro lugar y pasado un tiempo volverán.
Otra variante del típico cucú-trás es la siguiente:
¿Qué necesitamos?
Diferentes objetos con diferentes formas. Un pañuelo o
mantita para tapar.
¿Dónde realizamos la actividad?
¡Donde queramos! En el suelo está genial, a mí el suelo me parece la mejor opción para todo. Si aún no se
mantiene muy estable sentado podemos ponerle en nuestras piernas.
¿Qué hacemos?
Le enseñamos un juguete y después lo tapamos con la mantita
o pañuelo. Le podemos preguntar ¿Dónde está? Y le ayudamos a descubrirlo. Al
principio podemos dejar descubierto una parte del juguete para que vea donde se
encuentra. Más adelante podemos cubrir todo el juguete.
Podemos ampliar los objetos a esconder desde objetos muy
grandes que de por si su tamaño llame la atención a objetos que emitan
diferentes sonidos.
A tener en cuenta: no escondemos todos los objetos a la vez,
jugamos de uno en uno. Debemos graduar la dificultad del juego.
¡Hasta el próximo juego!
Seyla
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