viernes, 20 de septiembre de 2013

Aprendemos vocabulario


Denominar es poner el nombre que identifica cada cosa. Nombrar sin la intención de pedir. A través de esta actividad es como aprendemos la mayoría del vocabulario, etiquetamos palabras con imágenes y aprendemos las diferentes clases de palabras: sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres, verbos… Además vamos construyendo las reglas gramaticales, las peculiaridades de nuestra lengua y las irregularidades.

De aquí la importancia de nombrar cada cosa por su nombre, sin diminutivos, ni creaciones… Somos el espejo en el que se miran nuestros pequeños, por ello es importantísimo dar  modelos correctos a la hora de hablar. En la forma y en el contenido.

Tener un amplio repertorio de vocabulario nos facilita el acceso a otras funciones comunicativas más elaboradas como son la descripción y la narración que aparecen posteriormente.


¿Cómo podemos potenciar la habilidad de denominar en el día a día?

Podemos adaptar estas actividades a cada momento evolutivo, comenzando por nombrar las cosas cuando vamos de paseo hasta nombrar objetos y su cualidad en edades mayores. Empezando por objetos y personas, que es lo más sencillo, pasamos a las acciones o cualidades de las cosas, más complicado. Os planteo una serie de actividades para que llevéis a cabo en cada momento. Como siempre, cosas que se pueden hacer en nuestro día a día y desde una perspectiva lúdica.

Debemos tener en cuenta el interés de los niños y ser intuitivos. Hay momentos en que decir el nombre de todo es genial y otros en los que abruma… así que dejémonos llevar por el sentido común y aprovechemos esos ratos en que ellos preguntan, señalan, demandan interacción o simplemente miran con atención. El aprendizaje es significativo cuando entra en juego la emoción. Cuando algo despierta interés, hace brotar una sonrisa o un malestar.

Posibilitemos experiencias de aprendizaje, contextos y momentos variados, porque el lenguaje siempre está influido por el contexto, así no hablamos igual en la calle que en la biblioteca, sino que nos adaptamos. Tampoco encontramos las mismas cosas en un parque que en un centro comercial.

El paseo, ya sea en el carro o en porteo,  nos da muchas posibilidades de ponerle nombre a las cosas que vemos. Evidentemente, la zona del paseo influye en el tipo de vocabulario que podemos aportar a nuestro pequeño. Si el paseo es en carro, un factor a tener en cuenta en el paseo es la posición de la silla. Nos da más seguridad llevarla hacia nosotros pero es más enriquecedor en cuanto al descubrimiento llevarla mirando hacia delante, yo creo. Si el paseo es en brazos, fular o demás “trapos” (como los llamo yo, que me encantan) facilitamos otro punto de vista sobre el entorno, a la altura del adulto, así el bebé verá lo que nosotros.

Cualquier trayecto en coche nos ofrece la oportunidad de observar por la ventana. Los parasoles están muy bien en pleno verano pero si no hay sol…mejor ver mundo! Además podemos ir nombrando las cosas que vemos, que suelen ser “grandes” por ejemplo, un camión, un coche, un parque… También cuando va anocheciendo podemos aprovechar las llamativas luces para nombrar el semáforo o las tiendas.

El momento de recoger nos ofrece muchas posibilidades de aprendizaje, no sólo adquirir hábitos de orden y pequeñas responsabilidades, que no es poco. Lo podemos aprovechar para nombrar los juguetes, no hace falta de sea de manera insistente sino algo sutil. “vamos a recoger los animales: guardamos la vaca, el caballo, la cabra…”

Hay libros destinados a la adquisición de vocabulario, imaginarios o diccionarios de imágenes, se suelen llamar. Desde los más básicos con objetos cotidianos a los que van por ámbitos y no solo muestran objetos sino también acciones. Están genial, si tenemos alguno de estos perfecto y si no… ¡nos lo inventamos! Algo muy parecido son los catálogos de publicidad, que además tiene objetos de todo tipo y cotidianos. Los que traen niños con la ropa de temporada nos pueden valer para aprender partes del cuerpo, la ropa de la estación, el tipo de ropa. También los electrodomésticos y otros accesorios… Otra posibilidad es crear nuestro propio libro de imágenes, recortando de aquí y allí y pegándolas al álbum de fotos. Podemos ir nombrando y señalando, que el peque señale y nosotros nombremos, preguntar..."¿dónde está...?", variedad de posibilidades...

Nombrar una acción cuando vemos que se realiza también es buena idea. Siguiendo el desarrollo del pequeño podemos nombrar acciones según va adquiriendo vocabulario. Incluso nos preguntan: “¿Qué hace?”. Las acciones de comprensión más básica, las que vemos, son más sencillas de enseñar: bañar, jugar, comer... Acciones también son pensar, soñar, imaginar…que no debemos olvidar para trabajar en niños a partir de los dos años y medio o tres.

Este tipo de acciones, al igual que los genéricos tipo “trabajar”, que cada uno trabaja en algo diferente pero todo ses trabajo, son más complicados de comprender, no obstante debemos ofrecer oportunidades para conseguir la comprensión del término. Por ejemplo si vamos al banco podemos decir: “está trabajando” pero también si vemos al jardinero.

Y por último, las emociones también necesitan su etiqueta verbal y aunque es más difícil que denominar objetos también podemos poner nombre cuando sentimos una emoción. El enfado es  lo primero que se aprende, porque cuando nos enfadamos lo decimos: “¡estoy muy enfadada!” pero… ¿y la alegría? Cuando nos sentimos contentos o nuestros pequeños muestran alegría también podemos darle una palabra a la emoción. Es importante tener un amplio vocabulario emocional para gestionar cada emoción de manera adecuada en el presente pero sobre todo en el futuro. No solo existe la alegría y la tristeza…

Seguro que se os ocurren más juegos, por ejemplo el veo-veo, o más entornos en los que aprender vocabulario( el mercado es genial), he intentado dar algunas ideas, ahora le toca a vuestra imaginación.


PLANOS DEL LENGUAJE: Aspectos pragmáticos y léxico- semánticos.

ESTAMOS POTENCIANDO: 

  • La adquisición de vocabulario.
  • El aumento de la intención comunicativa.
  • El acceso a las posteriores funciones de descripción y narración.
  • La integración de significados. 



Espero que os guste y sea útil. ¡Un saludo y hasta dentro de poco!


Seyla


sábado, 14 de septiembre de 2013

Comunicar no es sólo hablar


Esta noche me desperté llorando, quizás tuve una pesadilla, no recuerdo bien pero me sentía sola. No sabía cómo expresarlo así que lloré. Quería que mi marido me hiciese caso así que lloré. Le pedí un abrazo, que me protegiese en sus brazos, que me acurrucase…pero como estaba malhumorado por el despertar no me hizo caso, me llamó caprichosa y me dejó durmiendo sola porque dice que si no me acostumbro. Tampoco me abrazó por si me acostumbro a sus brazos pero yo solo quería su consuelo y se lo pedía a través de mi llanto. Me sentí abandonada y sola. Cuando nos despertamos mi marido seguía de mal humor, supongo que por el despertar nocturno. Yo no lo hice apropósito.  A pesar de esto mi marido es lo más importante de mi vida.

La comida no me gustó, por ello  retiré el plato y apreté la boca, no quería comer. Pero mi marido me obligó, incluso se enfadó. ¡Pero es que yo quería macarrones! Así que por más que lo intentaba yo cerraba la boca. Así que mi marido se enfadó, retiró mi plato pero no me dio otra cosa. Me llamó niña caprichosa. Aunque se enfade mi marido es lo más importante de mi vida.

Por la tarde yo solo pensaba en estar con mi marido. Mi marido estaba leyendo el periódico así que de un manotazo, para llamar su atención, se lo quite de delante, era mi manera de decirle que me haga caso. ¡Madre mía como se puso! Me gritó y me dijo que estaba  tenía harto.  Me puse a llorar porque no me gusta que me grite y se enfadó más. Me dijo que siempre estoy llorando, pero tampoco sé que hacer para que me haga caso, tampoco sé que quiere que yo haga…no me lo dice, solo me regaña.

Cuando me quise dar cuenta mi marido se había ido, sin avisarme, sin mediar palabra. Allí me dejó con un familiar. Sin explicarme dónde iba, con quién me quedaba, cuándo volvería…  ¿Creéis que así yo puedo confiar en mi marido? Aún así mi marido es lo más importante de mi vida.

Cuando llegó, mi marido, estaba cansado para hablar, no tenía ganas de abrazarme. Me dio un beso rápido pero yo quería más así que me agarré fuerte a su cuello y mi marido dijo: “me haces daño”. Como me sentía enfadada le di un manotazo, quería expresar mi ira. Y mi marido no lo comprendió, solo me regañó. Pero yo sigo aquí, a su protección, porque mi marido es lo más importante de mi vida.

¿Creéis que en esta relación hay comunicación? ¿Creéis que escucha lo que intento decirle sin palabras? ¿Es que acaso no soy suficientemente clara? ¿Creéis que esto es sano para los dos?...


Ahora hagamos un gran ejercicio y volvamos a leer el texto pero donde pone “mi marido” vamos a leermi mamá.



Comunicar no es solo hablar. Comunicar es dar y recibir, es entender las señales que nuestro hijo emite, es escuchar con atención su cuerpo, interpretar su llanto, darle sentido comunicativo a su jerga. Aún cuando no hay  palabras existe la necesidad de comunicar. Para ello los niños utilizan los recursos que están a su alcance. Seamos receptivos. Los niños no son malos, ni tienen como objetivo fastidiar nuestro sueño o enfadarnos. Solo desean ser entendidos, sentirse protegidos y sobre todo queridos.


Seyla

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Álbum de fotos personal



Desde el nacimiento los niños muestran preferencia por mirar caras humanas. Aproximadamente a los 5 meses ya son capaces de reconocer los rostros de sus papás y familiares más cercanos. Incluso puede llegar a distinguir emociones básicas que expresa una cara.

Desde este momento podemos empezar a mostrarle su álbum de fotos personal. Este álbum de fotos puede evolucionar y acompañarle  en su desarrollo y posibilidades, así en  un primer momento sirve para que el bebé mire las caras, comprenda emociones y comience a reconocer a las personas de su entorno.

En torno a los 12 meses se pueden cambiar las fotos de rostros por fotos algo más generales, con más detalles y ampliar el repertorio. En esta etapa el objetivo es no sólo reconocer a personas del entorno como amigos sino también ir etiquetando a la persona con su correspondiente nombre.




Así que como actividad  podemos ir pasando las fotos y diciendo los nombres a la vez que los señalamos, tipo los cuentos para bebés con imágenes. También podemos preguntar: ¿dónde está…? Y que nuestro pequeño señale.
A partir de los 18 meses el mismo álbum puede servirnos para informar de visitas. Por ejemplo, -“van a venir los amigos que se llaman Noe y Pepe. ¿te acuerdas de ellos?, mira vamos a buscarlos en el álbum”  De esta manera trabajamos el tiempo futuro  con apoyo visual, dando información que después será real. Igual trabajamos el pasado –“¿quién vino ayer? – Y apoyamos con las fotos del álbum.

Este tipo de actividades nos han venido muy bien para que Lluvia cuente, en la medida en que puede, cosas sobre el pasado más cercano. Ahora, por ejemplo, es capaz de contar con quién estuvo por la mañana aún siendo varias personas, sin apoyo de las fotos.

Este mismo sistema lo hemos seguido durante el verano en relación a sus compañeros de la escuela infantil. Su educadora, que es un sol, nos pasó un CD de fotos que durante el verano hemos visto, nombrando a los compañeros y nombrando lo que hacen o lo que va surgiendo cuando lo vemos. De esta manera la vuelta a la escuela no ha sido nada dificultosa, pues realmente siempre tuvimos presente a los amigos.

Y ya para sacarle aún más partido el álbum personal, a partir de los 3 años, que empieza la vida escolar, el interés por las letras se dispara. Que mejor manera de buscar las letras dentro de lo que ya sabemos, que nos hace sentir seguros y nos motiva. Podemos poner debajo de cada foto los nombres escritos de las personas y jugar a la búsqueda de letras.




No me gustaría acabar sin decir que las franjas de edades que nombro son siempre orientativas. Cada niño tiene su propio proceso madurativo. Lo más importante es ajustarnos siempre a ese desarrollo, realizando actividades de su interés y sabiendo finalizarlas cuando se empieza a aburrir. Esto es un juego, no trabajo.


Como siempre, espero ser de ayuda o por lo menos daros ideas fáciles y divertidas.



PLANOS DEL LENGUAJE: Léxico-Semántico. Morfo- sintáctico. Fonético-fonológico.

ESTAMOS POTENCIANDO:

  • El reconocimiento facial de emociones.
  • El reconocimiento de personas del entorno.
  • El aprendizaje de los nombres de las personas cercanas.
  • La comprensión del futuro y el pasado.
  • El reconocimiento de las letras.




Seyla

sábado, 7 de septiembre de 2013

CuidadITO con las ITAS y los ITOS



No sé qué ocurre que cuando hablamos con un niño pequeño todo se hace diminuto y se convierte en…ito y en ita. El perrito, el pajarito, la cunita, el abuelito, un besito…La frase nos queda de un tierno… pero no favorecemos en absoluto la discriminación auditiva de nuestro pequeño.

La entrada del sonido (imput auditivo) que está recibiendo es muy parecida en muchas palabras. Está almacenando y etiquetando imágenes con palabras, que no son realmente las adecuadas, pues no todas las cosas acaban en ito-ita. Palabras que posteriormente usará.

Hay estudios que demuestran que ya desde el balbuceo los bebés comienzan a imitar la sonoridad del la lengua materna. No balbucea igual un bebé español que uno inglés, por ejemplo.

Cuando un niño o niña comienza a imitar el lenguaje adulto lo que imita es su sonoridad siendo el final de la palabra que lo que recuerda y más imita. Así que si todo lo que oye acaba igual, todo lo que intente decir sonara igual. 

Seguramente utilice la misma sonorización para muchas cosas, porque es así como lo ha etiquetado en su cabeza, y usará un “blabla-ito” o “blabla-ita” para muchas cosas que los adultos difícilmente podremos descifrar de no ser que sea muy evidente. Ni que decir tiene que le entienda alguien que no sea del entorno.



Así que mi pequeña recomendación es ser práctico, útil y funcional. No hagamos trabajar a esas cabecitas en vano y demos modelos adecuados. Es muy tierno ver en el parque pajaritos y perritos pero es mucho más útil ver pájaros y perros.


Hasta dentro de unos día y cuidadITO... 


Seyla

jueves, 5 de septiembre de 2013

Motivar la comunicación 0-12 meses



Podemos caer en el error de pensar que porque aún son muy bebés poco podemos hacer por motivar la comunicación. Cierto es que la mayor parte del tiempo nuestros bebés más pequeños duermen (o no, en mi caso) y el tiempo que pasan despiertos comen y quieren mimos. ¡Hay tiempo para todo! ¿Qué podemos hacer nosotros para favorecer el desarrollo comunicativo de nuestros bebés? ¡Pues jugar! Mimar, acariciar, reír y sobre todo jugar. Os dejo algunos de los juegos que favorecen la aparición de conductas comunicativas y ayudan en el desarrollo comunicativo lingüístico de nuestros peques.


Turnos conversacionales:

En torno a los tres meses nuestros bebés ya vocalizan unos cinco o más sonidos pero desde la misma aparición del primero podemos jugar con nuestro peque a imitar ese sonido. De manera que nos turnemos en la emisión vocálica, primero él, luego tu. Verás como le gusta y como disfruta. Está aprendiendo a captar tu atención a través de su voz, además empieza a usar la toma de turnos lo cual le parece divertido.


Juegos circulares de interacción:

Son todos esos que se repiten y se repiten y cuanto más los hacemos más parece que les gusta. Los hay táctiles como el “cuando vayas a por carne…”. Los hay visuales como el “cucú-tras” .Auditivos, como las canciones que se acompañan de gestos o rimas “mimitos, caricias, sopitas en la olla…” Son juegos que nos dan la posibilidad de interactuar. Incluso cuando van siendo más mayores podemos parar el juego y esperar para que ellos, a su manera, ya sea con el movimiento, agarrando nuestra mano, con algún sonido… pidan continuar el juego.



Juegos de motor social:

Son todos los juegos del tipo “al paso, al trote, al galope”, “aserrín-aserrán”… que de la misma manera que los anteriores son repetitivos, sencillos y dan seguridad a los niños. Estos se caracterizan por incluir un movimiento más global, por eso son para más mayores. Seguramente si paramos la acción la petición de continuidad se haga con el propio movimiento corporal! Eso también es comunicación! No toda la comunicación es oral.


Imitación-contraimitación:

Entre los seis  y los diez meses aparece el balbuceo que es un entrenamiento para su posterior desarrollo del lenguaje oral. Siguiendo la línea de la toma de turnos podemos imitar su balbuceo, cuando el bebé esté integrado en la dinámica podemos introducir una pequeña variación para ver si es él quien nos imita. Así si él dice: “papapapapa”. Podemos cambiar a: “mamamama”


Por último mencionar la importancia que tiene para el desarrollo comunicativo dotar de intencionalidad las comunicaciones preverbales de nuestros niños. Que vamos paseando y pasa un perro y nuestro peque emite cualquier vocalización o gesto, lo dotamos de significado y reforzamos con nuestra atención: “un perro, si, qué bonito el perro”. Lo más importante es que aprendan que la comunicación sirve para cambiar el entorno, es un instrumento para alcanzar el objeto deseado, ya sea el agua, que le cojan o el simple hecho de tener nuestra atención.


Espero os sea de ayuda.


¡Hasta dentro de unos días!

Seyla

miércoles, 21 de agosto de 2013

A recoger a recoger...

Cualquier momento es bueno para estimular el lenguaje. En esta ocasión estamos recogiendo los “pinchitos” del juego anterior con tan mala suerte que cayeron al suelo. Con toda la paciencia del mundo me he sentado junto a mi hija y hemos ido recogiendo pinchito por pinchito, pero sólo los de color azul.

He empezado yo recogiendo pinchitos azules a la vez que repetía “azul”, mira es azul. Dame el pinchito azul. Y así ha continuado ella.

De esta manera se trabaja no solo la discriminación del color sino también su etiquetación verbal. Aprendemos poco a poco a unir cada palabra que escuchamos con su imagen (en este caso el color azul). En el caso de los colores es difícil ya que no es el objeto lo que hay que “etiquetar”, si no una cualidad. Para ello podemos repetir esta misma actividad en otros contextos y generalizar el sentido de la cualidad del color a otros objetos.

Yo recomiendo trabajar cada color por separado. Hasta que el niño o niña no discrimine y etiquete adecuadamente un color no pasar a enseñar otro. Por ejemplo, sólo hemos recogido diciendo el nombre los pinchitos de color azul, el resto los recogimos sin detenernos en ello.



PLANO DEL LENGUAJE: Semántico

ESTAMOS POTENCIANDO: 

  • La adquisición de vocabulario.
  • Dotar de significado funcional la palabra "azul"(o la que se considere enseñar.
  • El “etiquetado” verbal de una cualidad concreta.
  • El proceso cognitivo de la discriminación de colores.

 

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